jueves, 29 de diciembre de 2016

En nombre del amor

Últimamente leo muchos artículos que hablan acerca de "educar a los hijos con amor". El amor es, sin duda, un ingrediente fundamental para establecer relaciones profundas, duraderas, y para ser felices. Sin embargo, también creo que en ocasiones se le confunde y desvirtúa convirtiéndolo en un cliché vacío de significado, en un ideal que “todo lo puede”, o en una necesidad de los padres de cubrir sus propios vacíos con sus hijos, "en nombre del amor".

Les quiero contar algunas reflexiones que tuve acerca de este tema:

Criar a los hijos con amor no significa ser padres complacientes y permisivos. Los niños necesitan límites firmes, claros, y consistentes para sentirse seguros y crecer tranquilos. La firmeza y el amor son absolutamente complementarios para poner límites...

Criar a los hijos con amor no significa resolverles la vida. Las frustraciones son parte de la vida, y la infancia es el momento privilegiado en el cual los niños aprenden, en compañía de sus padres, a tolerar las pequeñas dosis de frutración inherentes a la existencia humana, que finalmente les permiten ir construyendo una mente capaz de pensar.

Criar a los hijos con amor no significa evitarles el sufrimiento a toda costa. Crecer es un camino que no está excento de dolor y de pequeños duelos necesarios para el desarrollo afectivo, para despedirnos de etapas pasadas y seguir caminando hacia el futuro. El problema no es que nuestros niños pasen momentos de tristeza, rabia o frustración, el problema es dejarlos solos con todo lo que sienten. Los niños necesitan padres capaces de registrarlos y de mirarlos, que los ayuden a digerir las experiencias y los momentos difíciles. A veces solo necesitamos alguien que nos escuche con atención y corazón abierto...

Criar a nuestros hijos con amor no es estar pegados a ellos las 24 horas del día. Esto no es apego tampoco... Los niños necesitan respeto de su propio espacio y de sus momentos en soledad. Necesitan padres con vida propia, capaces de despedirse para después poder reencontrarse con alegría. Los hijos no vienen al mundo para cubrir nuestros propios vacíos....

Criar a nuestros hijos con amor no es exigirles que sean los mejores. Cada niño es diferente, tiene ritmos, gustos, habilidades y defectos que los hacen únicos. El amor respeta la individualidad y el tiempo de cada niño. ¿Quién dijo que ser el mejor es ser el más feliz?...

Criar a nuestros hijos con amor no es llenarlos de lecciones de vida, como si nosotros supiéramos cómo vivir SU vida. Nuestra labor como padres es acompañarlos amorosa y respetuosamente en el camino de ir descubriendo quienes son y qué esperan de esta vida. Nunca perdamos la capacidad de sorprendernos...

El amor es necesario y fundamental para educar niños sanos y felices, pero no es suficiente... A veces, es fácil confundirnos "en nombre del amor"...

Y ustedes ¿Qué piensan que es criar a nuestros hijos con amor?

Minosha Casabonne
Psicóloga / Psicoterapeuta

Acunnare. Espacio para Padres

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