En el camino de la
crianza de nuestros hijos, es importante que tengamos en cuenta que los
aprendizajes que realmente dejan huella en sus mentes son aquellos que se viven
a través de las experiencias que van teniendo en el vínculo con sus padres desde
su nacimiento y a lo largo de su desarrollo. No es posible enseñarle a un niño
a no gritar ni maltratar al otro si
nosotros como padres somos maltratadores y gritones entre nosotros y con
nuestros hijos. Esta forma en la que se sienten tratados será la manera en que
ellos traten a los demás y a sí mismos, para bien o para mal. Si un niño se
siente respetado por sus padres, es respetuoso con ellos, si vé que papá y mamá
se respetan, es mucho más probable que incorpore el valor "respeto"
en su vida que un niño que vive lo contrario. Por ello es importante que
nosotros como adultos tengamos la capacidad de revisar la forma en que nos
estamos vinculando con nuestros hijos y
con los demás ya que muchas veces, de
manera inconsciente, repetimos con ellos aquellas cosas que precisamente nos
resultaron muy difíciles en el vinculo con nuestros padres.
Nuestros amigos pueden
ser grandes compañeros en el camino de la vida, con los cuales vamos a entablar relaciones fértiles, constructivas, respetuosas y tolerantes, pero estos valores que queremos inculcarles a
nuestros hijos van más allá de las
palabras, los cuentos y las explicaciones. La manera en que nos relacionamos
con ellos marcará la pauta en la forma en que se relacionarán en el futuro con
sus amigos y luego con sus parejas, hijos, jefes etc.
Minosha Casabonne
Psicóloga y Psicoterapeuta
Miembro Fundador de Acunnare. Espacio para Padres
Miembro Fundador de Acunnare. Espacio para Padres
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