miércoles, 14 de junio de 2017

Manuales sobran... Humanidad está escaseando...

Muchos padres llegan a consulta con una sensación de agotamiento generalizado por lo sobre exigente que les resulta la crianza de sus hijos. Lo que antes era algo intuitivo y natural, ahora se ha convertido en un check list interminable de actividades, métodos, logros y terapias, lleno de exigencias para adultos y niños.

En esta carrera por ser los padres perfectos de hijos sobresalientes, se está perdiendo el placer de criar y el de crecer sin apuros. Estamos renunciando a la espontaneidad y a nuestra intuición, pensando que hay un manual correcto de crianza, o una sola forma de ser padres. Cada niño y cada papá es diferente, lo que le sirve a uno puede no servirle a otro. Por eso es necesario detenernos a escuchar qué es lo que necesita cada uno de nuestros hijos apelando a la intuición y buena voluntad.

Olvidemos los manuales y las carreras sin fin. Nos vamos a equivocar de todas maneras porque errar es humano. Los niños perdonan los errores, ellos son los primeros que saben que el camino de crecer está lleno de sorpresas, alegrías, preguntas y dificultades; lo que no perdonan son las mentiras...

Nuestros hijos necesitan padres humanos, conectados, vitales y capaces de amarlos. El resto sobra...

Minosha Casabonne
Psicóloga / Psicoterapeuta
Acunnare. Espacio para Padres

Realidades que no se pueden silenciar

En estos días algunos colegios han mandado cartas alertando a los padres acerca de los peligros de juegos como "La ballena azul" o la serie "Thirteen reasons why". Para muchos ha sido una sorpresa y otros ya sabían de su existencia, pero a todos nos preocupa. Nos preguntamos ¿cómo proteger a nuestros hijos de estas realidades oscuras detrás de las pantallas que son parte del aquí y ahora?

"Mami ¿qué es La ballena azul?", "¿por qué no puedo ver la serie que todas mis amigas ven?" A veces preferiríamos no tener que hablar de estos temas porque nos angustian, pero la mejor forma de ayudar a nuestros hijos a lidiar con estos aspectos siniestros de la realidad es abriendo lugar al diálogo, por más difícil que sea...

Solamente prohibiendo no vamos a llegar muy lejos. Quizá al comienzo vivamos una falsa sensación de alivio, pero si lo pensamos un poco mejor pronto nos daremos cuenta de que estamos cerrando valiosisímas oportunidades de diálogo, dejando a nuestros niños solos con sus curiosidades, listos para ir a satisfacerlas a otros lugares.

En el camino de crecer, nuestros hijos se van a encontrar inevitablemente con cosas feas y oscuras. Lo importante es que construyamos con ellos un vínculo de confianza y comunicación lo suficientemente sólido que los ayude a digerir una realidad que a veces nos rebalsa a todos.

Siempre es buen momento para retomar diálogos, para iniciar conversaciones que cerramos porque nos angustiaban. Siempre es buen momento para repensar cómo nos estamos vinculando con nuestros hijos...

Minosha Casabonne
Psicóloga / Psicoterapeuta
Acunnare. Espacio para Padres

Acerca de las ideología personales

Hagamos una pausa y recuperemos nuestra capacidad para pensar. Dejemos de pelear, de ser ofensivos y de tomar partido por posturas extremas. Nuestros hijos aprenden de tolerancia y respeto mirándonos y escuchándonos.
Las redes sociales están invadidas de artículos y opiniones, algunas muy exaltadas y ofensivas, dicho sea de paso.... Creo que más allá de nuestras ideas e inclinaciones personales está la responsabilidad que tenemos como seres humanos de tratarnos respetuosamente entre nosotros. Las diferencias son intrínsecas a la condición humana, siempre han existido y seguirán existiendo, diferente no significa mejor ni peor, significa exctamente eso = Diferente.
Lo que se ha evidenciado con esta acalorada discusión, es que se hace cada vez más urgente que con el ejemplo les enseñemos a nuestros hijos a dialogar con ideas distintas y a enriquecerse de ellas. Ya toca que empecemos a mirar más allá de nuestras ideologías e intereses personales para avanzar hacia una sociedad en la que prime el respeto, el diálogo y el amor entre nosotros.
Falta mucho por eso urge comenzar ya!
Minosha Casabonne
Psicóloga / Psicoterapeuta
Acunnnare. Espacio para Padres

miércoles, 22 de febrero de 2017

Descubriendo el camino

Ser padres es un camino largo de alegrías y disfrute, de orgullo, de encuentros maravillosos... Pero como todo en la vida, no está exento de dudas, desencuentros y angustias también.

Cuando nació nuestro primer bebé nadie nos entregó un manual de instrucciones, simplemente fuimos aprendiendo sobre la marcha, viviendo la experiencia, con sus aciertos y errores, con muchas preguntas y pocas respuestas... Por mucho que hayamos leído o por más que trabajemos con niños, tener un hijo es una experiencia que nos toca en lo más íntimo y nos mueve desde lo más profundo. Ser padre no se aprende, se vive. Es una experiencia que nos transforma porque la vida cobra matices hasta entonces desconocidos...

El camino del crecimiento de nuestros hijos nos enfrenta permanentemente a situaciones nuevas y difíciles en las que tratamos de hacer "lo mejor posible" confiando en ellos y en nuestra intuición. Cada etapa es un nuevo reto, cuando pensábamos que ya habíamos llegado a un "equilibrio", pronto nos damos cuenta que era una ilusión fugaz y nos descolocamos nuevamente... Ante esta situación de duda y "desorden" podemos responder volviéndonos sobre exigentes, intentando obtener respuestas y soluciones inmediatamente, en un proceso que tiene sus propios tiempos.

Quizá si vivimos la crianza abiertos a que nos sorprenda y nos deje perplejos, tolerando las dudas y los huracanes, podremos transitar por este camino con mayor libertad y así ir descubriendo juntos quienes son ellos y quienes somos nosotros....

Minosha Casabonne
Psicóloga / Psicoterapeuta
Acunnare. Espacio para Padres

jueves, 29 de diciembre de 2016

Un niño tiene miedo

Matías de 9 años le comenta a su mamá: "Cuando un niño te diga que tiene miedo de algo, nunca le digas que ese algo no existe, porque eso no lo ayuda".

Matías tiene razón. Los niños tienen diferentes miedos que a los adultos muchas veces nos parecen "irracionales". Por ejemplo: el miedo a los monstruos, a las brujas, a la oscuridad, a los fantasmas... Cuando nuestros hijos están asustados y nos dicen: "Mami no puedo dormir porque tengo miedo a los monstruos" y nosotros respondemos: "Los monstruos no existen", por más que lo que queremos es calmarlos, no los estamos ayudando, más bien se quedan más solos y asustados... ¿Por qué? Porque los niños pequeños aún no pueden discriminar bien entre la fantasía y la realidad, por eso los monstruos que imaginan ¡perfectmente pueden vivir debajo de su cama! A nosotros con nuestras mentes adultas nos cuesta entenderlo pero así es... Tener miedo es parte normal del desarrollo.

Crecer es un proceso largo que no está exento de ansiedades, duelos, angustias y miedos que muchas veces se proyectan en el afuera en forma de monstruos y brujas. Cuando un niño está asustado, es mucho más tranquilizador un abrazo comprensivo, una compañía contenedora, una escucha a corazón abierto, y cuatro orejas. Preguntémosles cómo es ese monstruo, por qué le da miedo, si tiene poderes, de qué color es... Adentrémonos con ellos al mundo de sus fantasías y se sentirán más acompañados y tranquilos. No es necesario buscar abajo de la cama para comprobarle que no hay ningún monstruo, ni tampoco intentar erradicar su miedo en un segundo. El crecimiento y el mundo interno tienen sus propias leyes y tiempos, y es importante respetarlas.

¿Acaso nosotros los adultos no tenemos nuestros propios monstruos también?.....

Minosha Casabonne
Psicóloga / Psicoterapeuta
Acunnare. Espacio para Padres

"No existe tal cosa como una vida sin lágrimas" D.W. Winnicott

La vida tiene un poco de todo. Está llena de momentos felices, de disfrute y de risas; pero también de experiencias tristes y tiempos difíciles...

En la infancia no todo es felicidad tampoco, los niños tienen miedos, angustias, tristezas y rabia. Muchas veces lloran, hacen pataletas, no duermen, o quizá están irritables o hiperactivos porque no encuentran otra forma de expresar su malestar. Malestar que es humano...

Así es la vida... Ese es el proceso de crecer... Es natural que haya un poco de todo. Sin embargo, en estos tiempos parece haber una hiper preocupación de los padres por que sus hijos "sean felices" y les resulta muy complicado permitirles vivir los momentos difíciles con naturalidad y acompañarlos con calma. ¿Por qué?... ¿Será que imaginamos que hay una forma de transitar por la vida evadiendo el malestar sin ningún tipo de costo emocional?

Es posible acelerarnos, distraernos o atontarnos con cosas superficiales para no sentir, pero el costo es alto: perdemos la brújula y eventualmente terminamos confundidos, vacíos o deprimidos…

Estar triste no es malo. Tener momentos de angustia es parte de la vida. La rabia es un sentimiento como cualquier otro. Lo que deprime, confunde y enferma es tratar de hacer como si nada de eso existiera.

Los niños, al igual que los adultos, necesitan espacio y tiempo para sentir la vida en sus diferentes matices. Necesitan que los escuchemos en silencio y que los ayudemos a entender cómo se sienten, para eso es importante que nosotros mismos no perdamos nuestras propias brújulas.

Quizá a veces creemos qué hay una forma de vivir solamente los días soleados...


Minosha Casabonne
Psicóloga / Psicoterapeuta
Acunnare. Espacio para Padres

La carrera sin fin

“Come rápido” “Apúrate en hacer tu tarea” “¡Que lento eres!” “¿Ya terminaste?” “Apúrate que no llegas a tu clase”…

A veces pareciera que vivimos en un mundo hiperactivo en el que los adultos estamos tan tomados por los estímulos y la velocidad que vamos perdiendo la capacidad de compartir con nuestros hijos sin interferencias ni apuros, sin necesariamente tener que "organizar un plan" para poder pasar tiempo juntos. Hasta los momentos de ocio se han convertido en una carrera sin fin…

Me pregunto, si nosotros mismos estamos tan acelerados, ansiosos y distraídos ¿cómo podemos transmitirles la calma necesaria a nuestros pequeños para que crezcan sin sentirse insatisfechos, ansiosos, y constantemente en la búsqueda de actividades que los hagan sentir completos?

En un mundo que cada día se mueve más rápido, que exige tener más logros, más estudios, más habilidades, ¿en qué momento les transmitimos la calma necesaria para disfrutar de ser niño?
El crecimiento es un camino largo que tiene sus propios tiempos y procesos imposibles de acelerar....


Minosha Casabonne
Psicóloga / Psicoterapeuta
Acunnare. Espacio para Padres