Muchos niños y
niñas están a punto de entrar al nido por primera vez. Esto implica una
separación tanto para el niño como para los padres, en particular para la
madre. Se trata de un proceso que puede ser más o menos complicado ya que para
el niño significa dejar el entorno conocido de su casa, sus juguetes y los
adultos que lo cuidan; además de ser el centro de atención (o de tener mucha
más atención) para pasar a un entorno nuevo con juguetes, adultos y actividades
diferentes pero, sobre todo, con la presencia de otros niños con los que tendrá
que compartir todo lo anterior.
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Para los padres
este cambio significa confiar el cuidado de su hijo a personas que no son ellos
y esto implica tolerar que su niño pueda hacer cosas fuera de su cuidado, y que
establezca relaciones de afecto con otras personas como son las profesoras y
auxiliares. Cada niño lo vivirá de una manera particular de acuerdo a su edad,
momento de desarrollo y características particulares…
¿Cómo abordar
este periodo de cambio y adaptación? Algunas ideas que quizás pueden servirles:
- Definir quién va a acompañar al niño en su periodo de adaptación y que sea esa misma persona para que el niño no tenga que elaborar la separación con diferentes personas, algo que puede hacer el proceso más largo.
- Si la niña y la madre (u otro adulto que la acompaña) pueden conocer y compartir el nuevo espacio juntas, y la niña siente que su mamá está tranquila y confía en las profesoras luego ella se sentirá más segura cuando se despida de mamá.
- Dejar que el niño explore a su propio ritmo, sin forzarlo ni empujarlo a tocar los juguetes o acercarse a otros niños. Inicialmente la madre puede jugar con él o acompañarlo en su juego. Si él siente que su mamá está angustiada le será más difícil soltarse para conocer su entorno y hacerlo suyo.
- Algunos niños necesitan llevarse algo de la casa, por ejemplo, un juguete o diferentes juguetes que son como tener una parte de su casa o algo que represente a su mamá…esto les da seguridad. Dejar que lo hagan.
- Es muy importante despedirse y no escaparse pensando que la niña no se dará cuenta…sí se da cuenta!! La despedida debe ser de una sola vez, con tranquilidad y de manera clara. Se le puede explicar lo que se hará mientras estén separadas y quién la irá a recoger.
La separación es un proceso, es decir, requiere tiempo, paciencia y
poder ponerse en el lugar del otro para entender que cada uno tiene su momento
y su forma. Si los adultos podemos transmitirles tranquilidad, nuestros niños
podrán vivir este cambio de una manera natural y curiosa. ¡Mucha suerte!
Mg. Marian Alvarez-Calderón
Psicóloga Clínica – Máster en Trabajo Clínico y Salud Mental
Miembro fundador de Acunnare Espacio para Padres
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