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Muchas veces los padres podemos ser muy insistentes y autoritarios con algunos temas cotidianos, llenando a nuestros hijos de órdenes que repetimos una y otra vez, generando entre ellos y nosotros un gran malestar. Nos preguntamos entonces ¿por qué no nos obedecen sin que tengamos que repetirles las cosas mil veces? Lo cierto es que los niños aprenden en compañía de sus padres, no de las órdenes y la rutina "en automático" que a veces esperamos que cumplan como robots. Un niño no aprende solo, los aprendizajes reales se generan del afecto y conexión que envuelve el "aprender a ordenar mi ropa en compañía de mi mamá" o "aprender a guardar mis juguetes en compañía de papá". Por supuesto que todo aprendizaje es un proceso donde el ejemplo que les damos tiene un lugar fundamental.
Es cierto que los días ahora son muy ajetreados y que estamos llenos de distracciones y exigencias, pero es necesario (ahora más que nunca) hacer una pausa para disfrutar con nuestros niños de los encuentros que transforman la cotidianidad en una posibilidad de crecimiento, después de todo, éstos son los aprendizajes que realmente se llevarán consigo el resto de sus vidas.
Minosha Casabonne
Psicóloga - Psicoterapeuta
Miembro Fundador de Acunnare. Espacio para Padres
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