domingo, 16 de marzo de 2014

"No se da cuenta"


"No se da cuenta" ¿Cuántas veces escuchamos a los adultos decir esta frase para referirse a que los niños, por ser pequeños, no registran lo que pasa a su alrededor?
Lo maravilloso y, a la vez, delicado de la infancia es que los bebés y los niños no solo se dan cuenta DE TODO sino que tienen una intuición muy aguda para detectar que "algo está pasando". Sin embargo, los adultos pensamos que no se dan cuenta de nada y que los podemos engañar con facilidad. De hecho, para un niño resulta muy confuso que le digamos que no pasó algo que él sabe que sí sucedió; que lo engañemos o distraigamos para que haga lo que queremos, o que las cosas que pasan en su día a día sucedan sin que nadie le explique nada. Los niños SI se dan cuenta e intuyen muchas cosas quizá antes que los adultos, y mientras más bebés son, más sensibles son para registrar los cambios a su alrededor. Esta tendencia a pensar que "no se dan cuenta", en parte puede tener que ver con que ellos no tienen el lenguaje tan sofisticado de los adultos para hablar de lo que les sucede. No obstante, se valen de otras maneras para expresar lo que están sintiendo: dejan de comer, dejan de dormir, se hacen la pila, pegan, hacen pataletas etc.
Imagen de Grupo EDUCATIVA
Los padres somos quienes les enseñamos a nuestros hijos que sus sentimientos, necesidades y pensamientos tienen valor, y que es importante darles un lugar en el día a día. De lo contrario podemos perder la brújula de nosotros mismos y de la vida. Nuestros hijos necesitan que les expliquemos las cosas, que validemos sus sentimientos y que les permitamos expresarlos, que no los confundamos diciéndoles que "no pasó" algo que sí sucedió porque ellos lo saben.

Los niños de hoy vivien inundados de distracciones y estímulos del exterior, de juguetes sofisticados llenos de luces y sonidos, tienen a su disposición diferentes pantallas que con solo tocarlas los entretienen. Nuestros niños ahora tienen demasiadas distracciones y están perdiendo,cada vez más, la capacidad de esperar y de crear. Por ello, los padres tenemos hoy una responsabilidad enorme: la de ayudarlos a entender que SI es importante aquello que sienten. Esto se hace validando sus sentimientos y permitiéndoles expresarlos (sean estos los que sean). Es necesario enseñarles que las pantallas no reemplazan el contacto genuino ni el juego libre; y que regalos y juguetes nunca reemplazarán el afecto ni serán la forma de calmar al corazón.

Minosha Casabonne
Psicóloga y Psicoterapeuta
Miembro Fundador de Acunnare. Espacio para Padres

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