"No se pega","no se
grita", "no se miente", "ordena tus juegues",
"trata con respeto a las personas", "espera tu turno",
"no seas impulsivo", "tienes que ser tolerante",
"trata bien a tu hermano". Los valores que tanto les tratamos de
transmitir a nuestros hijos van mucho más allá de las palabras, de poco sirve
decirle a un niño que no se grita si en la casa los padres gritan, difícilmente
tratará con respeto a las personas si no vive el respeto en casa con y entre
sus padres, no funciona decirle que tiene que aprender a tolerar sus impulsos
si vé que papá y mamá no toleran los suyos.... Los valores que tanto queremos
inculcarles a nuestros hijos solo es posible que los aprendan con el ejemplo,
es decir, viviéndolos dentro del vínculo con sus padres. A veces pensamos que
para que un niño aprenda a respetar, tenemos que explicarle, leerle cuentos,
repetírselo una y mil veces. En realidad las cosas son bastante más simples y a
la vez no tanto, porque implica que los padres podamos mirarnos a nosotros
mismos y preguntarnos ¿estamos siendo realmente coherentes con lo que les
queremos inculcar a nuestros hijos? Quizá esta pregunta tendría que
acompañarnos siempre mientras recorremos el camino de la crianza. Los
aprendizajes más profundos de la vida, para bien o para mal, van mucho más allá
de las palabras, pasan por la vivencia, por el ejemplo.
Minosha Casabonne
Psicóloga - Psicoterapeuta
Miembro Fundador de Acunnare. Espacio para Padres
No hay comentarios:
Publicar un comentario