miércoles, 5 de noviembre de 2014

LOS LÍMITES: Un aprendizaje para toda la vida

Se habla mucho de la importancia de los límites para enseñarles a los niños a contener sus impulsos. Sin embargo, muchas veces olvidamos regresar al principio y preguntarnos si nosotros mismos como padres somos capaces de tolerar lo que sentimos o si cuando estamos molestos, tristes o incómodos reaccionamos gritando, tratando mal a las personas, manejando a toda velocidad, etc... Vale la pena preguntarnos: Cuando algo nos frustra, ¿nos molestamos inmediatamente? Cuando nuestro hijo hace una pataleta o no obedece, ¿nos desesperamos y reaccionamos sin pensar? Cuando estamos molestos o hemos tenido un mal día, ¿cómo tratamos a las personas que nos rodean?, ¿somos nosotros mismos impulsivos? El tema de los límites nos lleva a los padres, inevitablemente, a mirarnos a nosotros mismos ya que difícilmente podremos enseñarles a nuestros hijos a parar, a tolerar lo que sienten, si nosotros mismos no sabemos hacerlo.

Imagen de www.besame.fm
Los niños hacen lo que ven en sus padres, y tratan al resto de la misma forma en que ellos se sienten tratados por mamá y papá. Estas serán las formas que ellos aprenderán y se llevarán consigo toda la vida. Para un niño aprender a contener sus impulsos, y aceptar que la realidad no siempre se adapta a sus deseos es un proceso y, como tal, toma tiempo. En el camino habrán protestas, pataletas y desafíos por lo que nuestra compañía, calmada y firme, será la mejor aliada.

Recordemos preguntarnos siempre que le pongamos límites a nuestros hijos ¿estoy siendo coherente entre lo que hago y lo que quiero enseñarle? En este camino de la crianza, las palabras nos quedan cortas. Más bien, son el ejemplo, la vivencia, las formas, los gestos, lo no verbal, lo que tiene un rol fundamental.


Minosha Casabonne
Psicóloga - Psicoterapeuta

Acunnare. Espacio para Padres